Coloración
Coloración Capilar: el arte de transformar tu estilo
La coloración capilar es mucho más que un simple cambio de tono, es una forma de expresar quién eres y de realzar tu estilo personal. A través del color, podemos reflejar nuestra personalidad, iluminar el rostro o incluso renovar por completo nuestra imagen. Teñirse el cabello no es solo una cuestión estética, sino una experiencia que combina técnica, conocimiento y creatividad.
Cuando hablamos de coloración, nos referimos a un proceso que modifica el tono natural del cabello para conseguir un resultado diferente, ya sea más claro, más oscuro o completamente distinto. Existen diferentes tipos de coloración según su duración y el tipo de pigmento que se utilice. La coloración permanente es la que ofrece mayor durabilidad y cobertura, ideal para cubrir canas o realizar cambios de tono profundos. La coloración semipermanente, en cambio, no contiene amoníaco y deposita el color en la superficie del cabello, lo que permite mantener el brillo y reforzar reflejos sin un cambio tan duradero. También existe la coloración directa o temporal, perfecta para quienes desean probar un tono sin comprometerse, ya que se elimina con los lavados.
La diferencia entre una coloración profesional y una casera está en el diagnóstico y la técnica. En el salón se analiza el tipo de cabello, su textura, su fondo de aclaración y su estado de salud antes de elegir el producto y el tono adecuados. De esta manera se logra un color uniforme, brillante y saludable, evitando daños, manchas o resultados indeseados. Cada aplicación se adapta a la persona, buscando siempre armonía entre el color del cabello, la piel y los ojos, para resaltar la belleza natural de cada cliente.
Dentro de los trabajos de coloración se pueden realizar diferentes estilos. Algunos buscan cubrir canas o unificar el tono, mientras que otros aportan luz y movimiento mediante reflejos, mechas o degradados. También hay técnicas de aclarado como el balayage , y por supuesto las coloraciones creativas o de fantasía, que permiten jugar con tonos vibrantes y efectos personalizados. Cada uno de estos servicios requiere una aplicación precisa y un mantenimiento adecuado para conservar el brillo y la intensidad del color.
Después de cualquier coloración, es fundamental cuidar el cabello con productos específicos. Los champús y acondicionadores para cabello teñido ayudan a mantener el tono y proteger la fibra capilar. Es recomendable lavar el cabello con agua tibia, evitar el calor excesivo y aplicar tratamientos nutritivos o mascarillas que devuelvan hidratación y suavidad. Con estos cuidados, el color se mantiene radiante durante más tiempo y el cabello conserva su fuerza y vitalidad.
La coloración es, en definitiva, una forma de arte. Permite transformar, realzar y crear. Cada color tiene una historia y un propósito, y encontrar el tono perfecto es parte de ese proceso de descubrirse y renovarse. En manos de un profesional, el color se convierte en una herramienta para resaltar tu belleza y ayudarte a sentirte segura, diferente y única.





